Una Copa amarga

La Copa Libertadores 2008 se presentaba como la prioridad para varios equipos argentinos. Boca buscaba revalidar el título. Estudiantes volver a la gloria de viejos tiempos. Lanús, mostrar que no era un campeón golondrina. San Lorenzo, recuperar la extraordinaria inversión que hizo en jugadores y técnico, a la vez que conquistarla por primera vez en el año de su centenario. Y River, conseguir el título que ve cada dos años desfilar para su eterno rival. Y al mismo tiempo terminar de esa forma con 3 años y medio de sequía.
Uno a uno quedaron afuera. Primero Lanús y Estudiantes. Luego River y finalmente San Lorenzo. Deportivamente, no les ha afectado. Lanús se ha recuperado notablemente y los tres últimos mencionados, son los primeros en la tabla de posiciones del torneo Clausura.
Pero en el club de Núñez y en el de Boedo, las eliminaciones han influído la vida institucional.
Simeone, elogiado hasta el extremo por Aguilar, dijo que no era segura su continuidad luego de junio. Ramón, quien hace 6 meses rechazó una oferta del club de sus amores (por otra mas rentable, claro) dice que tiene que hablar con Savino en relación a su continuidad. Y que tiene tomada una decisión.
Ortega, por quien el mundo River soño siempre, es señalado como culpable de una división interna. Ramón que siempre defendió a su plantel y que el año pasado le regaló una 4 x 4, parece haber roto la relación con los referentes del equipo, justamente en el reparto de un premio extra, por la hazaña en el monumental. Marginó a Orión, tal vez reclamándole el blooper frente a Bieler, y a Romeo.
La Copa Libertadores ha sido el trago mas amargo que han tenido que tomar River y San Lorenzo. Insistimos. Los números siguen siendo buenos. Sendas eliminaciones, en cambio, han desnudado problemas de convivencia que antes se tapaban o no eran tan importantes. Esta es otra muestra de que el éxito deportivo cubre multitud de pecados. Y que ante el fracaso en el rectángulo, la paciencia se esfuma en los vestuarios.
Como el argentino (dirigentes, técnicos, aficionados y jugadores) es hincha de su club y luego de su país, lo único que puede quitar un poco de amargura a la copa que estan bebiendo Estudiantes, San Lorenzo y River es que Boca no gane la Libertadores 2008.
Si eso se da, la hinchada millonaria no podrá señalarles a sus jugadores el ejemplo de sus colegas xeneizes, al menos este año. Los de Boedo se convencerán de que no era tan fácil y los pinchas entenderán que para ganar un torneo continental no es suficiente un crack y 10 más.
Si Boca no se corona Campeon de América, la alegría será total para el equipo que se quede con el Clausura.
En ese caso, quizá Simeone siga y cumpla su contrato, Ortega renueve y se amigue con sus compañeros. Puede ser que Estudiantes vuelva a pisar la tierra y olvidar viejos tiempos gloriosos. Si campeona San Lorenzo, es posible que vuelvan Orión y Romeo e incluso que le perdonen a Ramón la presencia de sus hijos. Y que siga hasta diciembre.

Ya sabemos que el éxito cubre multitud de pecados.